En Colombia, el 51,2 por ciento de la población la conforman mujeres; además, el 46 por ciento de los hogares cuenta con jefatura femenina, lo que, según la ministra de Vivienda, Ciudad y Territorio, Susana Correa, ha sido clave para el sector edificador, y, claro, para los programas del Gobierno Nacional, con los cuales ha llegado a las regiones con vivienda y más equidad.
Reconocer esta realidad ha sido el punto de partida para trazar la hoja de ruta de la política habitacional del presidente Iván Duque, a través de iniciativas como Casa Digna Vida Digna (CDVD) y Mi Casa Ya (MCY), entre otras.
En el caso de CDVD –que atiende las necesidades de mejoramiento de vivienda y entorno, así como la titulación de predios–, 10 por ciento de los subsidios asignados tienen un enfoque diferencial, es decir, beneficia a mujeres cabeza de familia de los estratos más vulnerables, a madres comunitarias, a trabajadoras del sector informal y en situación de discapacidad, así como a comunidades étnicas y de la fuerza pública, entre otras.
Según el Ministerio, la meta de consolidar la atención a hogares con jefatura femenina a través de CDVD y MCY es un hecho, con el valor agregado de que se está llegando a las regiones. En línea con esto, la apuesta también está en el 68 por ciento de los hogares con esas características que –según el Dane y cálculos del Ministerio con base en la GEIH 2021– tiene ingresos de hasta 2 salarios mínimos mensuales legales vigentes (SMMLV).
De hecho, durante el Gobierno del presidente Iván Duque se han entregado más de 98 mil subsidios para la compra de vivienda a hogares con jefatura femenina, 5,325 viviendas gratuitas para estos hogares y más de 10 mil mujeres cabeza de hogar vinculadas al programa Semillero de Propietarios.
El camino está trazado, y se ha avanzado con buenos resultados, atendiendo las necesidades identificadas por el Ministerio y otras instituciones que aportan al desarrollo. Por ejemplo, el estudio ‘Evaluación de impacto del programa Mi Casa Ya’ presentado recientemente por la Universidad de los Andes reveló, entre otros hallazgos, cómo “las mujeres beneficiarias de MCY reportan tener percepciones menores (y ser menos víctimas) de situaciones de acoso físico y verbal en su entorno y vivienda”.
Además, en línea con diferentes análisis, se destaca cómo al acceder a los subsidios, el núcleo familiar libera recursos para destinarlos a otras necesidades de los hogares. También hay un componente de inclusión financiera, cuyo objetivo es que las beneficiarias tengan una participación más activa.
“Al final del día, lo que queremos es que haya más personas accediendo a los mejoramientos de sus viviendas a través de CDVD, pero también a la compra de la oferta nueva de MCY con la ayuda de los subsidios, y a iniciativas como Jóvenes Propietarios o Ecobertura, porque la equidad también es cosa de mujeres”, concluyó la Ministra de Vivienda.
